jueves, 13 de febrero de 2014

BELLEZA VERDADERA

Vivimos en una sociedad donde se nos ofrece un amplio mercado en cuanto a los cuidados y la belleza del rostro, de nuestro cuerpo. Muchos de estos productos y sus derivados apuntan no sólo a mejorar el aspecto de nuestra piel, sino a darle juventud, elasticidad, firmeza, las cuales se van perdiendo con el transcurso de los años. El estándar de belleza de este mundo es efímero, superficial. " El mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre." (IJn.2:17)
Si bien es importante que nos cuidemos, pero Dios nos habla de otros productos muy necesarios en nuestra vida, Dios no ve ni apunta a lo que el hombre le pone su empeño, a lo cual dedica tiempo y esmero. Para nuestro Dios la verdadera belleza está en el corazón, el verdadero adorno debe estar allí. Y deseo compartirte de estos productos de excelencia, de efectividad comprobada, de durabilidad eterna. Con ellos podrás embellecer tu corazón, y aunque transcurran los años, no perderás brillo ni juventud.
Se debe usar todos los días, todo el tiempo; apenas vea una impureza en mi vida, lo tengo que aplicar.
"Pero te confesé mi pecado, y no te oculté mi maldad. Me dije: Voy a confesar mis transgresiones al SEÑOR, y tú perdonaste mi maldad y mi pecado" (Sal.32:5)
No debemos acostarnos nunca sin haber pedido perdón y sin haber perdonado. Su Palabra nos anima a que antes que el día termine, solucionar lo que nos haya molestado o a quién hemos dañado. No siempre es fácil, pero el Perdón no sólo trae limpieza a nuestra alma, sino también descanso y paz , porque:
"En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque sólo tú, Jehová, me haces vivir confiado." (Sal. 4:8)
Sino hidratamos nuestra piel, tanto sea del rostro, como la del cuerpo, se seca, se marchita. Así sucede cuando no oramos, nuestra alma se reseca. Oh este es nuestro medio de comunicación que Dios en Su Gracia nos ha dado para entrar a Su Trono de Misericordia y hallar el oportuno socorro, para adorarle y alabarle por Sus Grandezas, para ofrecerle acción de gracias, para interceder por otros. A medida que vamos confiando en nuestro Señor y Dios, el afán y la ansiedad desaparecen, y aprendemos a reposar y esperar en Él.
"Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará." (Sal. 37:5)
"Alma mía, en Dios solamente reposa, Porque de él es mi esperanza.
Esperad en él en todo tiempo,..." (Sal. 62:5,8a)

Cuando alabamos a Dios y volvemos nuestros pensamientos a él, nos olvidamos de nosotras mismas, no hay lugar para el egoísmo en nuestro corazón, es allí donde Dios nos da de SU GOZO, donde nuestra alma se llena de inmensa gratitud, no podemos olvidar ninguno de sus beneficios.
"Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre.
Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios." (Sal.103:1,2)
"Alabad a Jehová, invocad su nombre; Dad a conocer sus obras en los pueblos.
Cantadle, cantadle salmos; Hablad de todas sus maravillas.
Gloriaos en su santo nombre; Alégrese el corazón de los que buscan a Jehová" (Sal. 105:1-3)
Así como en lo físico no podemos vivir sin alimentos, así también nuestra alma necesita del alimento espiritual de la Palabra de Dios. Cuando nos alimentamos de Su Palabra, la debilidad y la confusión desaparecen. Encontramos deleite y vigor, aún para nuestros cuerpos. Es nuestra guía, consuelo, fortaleza, fuente de sabiduría, de verdad. Lámpara y lumbrera. Sustento en cada situación. Al alimentarnos diariamente de ella seremos como:
"... árbol plantado junto a corrientes de aguas,
Que da su fruto en su tiempo,
Y su hoja no cae;
Y todo lo que hace prosperará" (Sal. 1:3)
"Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien." (Josué 1:8)

Con la fe nos protegemos de las inclemencias de la vida, podremos mirar por encima de las circunstancias, porque confiamos en Aquel que es antes de todas las cosas y que todas las cosas en él subsisten. (Col.1:17).
A través de tu vida, Dios moverá montañas y alcanzará naciones, porque sin:
"...fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan." (Hebreos 11:6)
Como mujeres, tanto las casadas como las solteras estamos llamadas a usar estos productos de belleza. Nuestra alma se mantendrá limpia y nuestro corazón será puro. Seremos mujeres de influencia a otras. Nos saciaremos de bien, de modo que nos rejuveneceremos como el águila. ¡Vive Su Palabra!
 
 
*Que el Señor ministre tu corazón*
~ con amor en Cristo~
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario